Cortezas de limón almibaradas e infusión de corteza de limón



Nos dicen los entendidos que el limón posee muchísimas propiedades beneficiosas para nuestra salud pero que es en su piel, incluido el albedo (la parte blanca) donde guarda sus mayores tesoros.
Y sin embargo, tenemos la costumbre de utilizar el jugo y tirar a la basura semejante maravilla así que hoy os contaré cómo aprovecho yo la piel íntegra ( no solo unas pocas ralladuras) por si a alguien le viene bien la idea.

Recordamos antes, rápidamente, que el limón posee  mucha fibra, minerales (potasio, magnesio, calcio), vitaminas A, B y C, aceite esencial, varios ácidos (fólico, málico…) y -cosa interesante- a pesar de su sabor ácido, favorece la alcalinidad de la sangre; también ayuda con la tensión y el colesterol.

De la forma que os muestro, aprovechamos a tope todas estas propiedades y disfrutamos de su sabor.

INGREDIENTES
  • Un limón grande y de piel gruesa
  • medio litro de agua más otros 100ml para el almíbar
  • 100 g de azúcar 
ELABORACIÓN

Lavamos muy bien con agua fría el limón y lo secamos. 
Con un cuchillo bien afilado, le eliminamos los dos casquetes para que asiente sobre la tabla de cocina y lo pelamos incluyendo la parte blanca de la piel.


Cortamos la piel en tiras estrechas como de medio centímetro, y éstas en cuadritos.
Ponemos medio litro de agua al fuego y cuando hierve, escaldamos en ella los cuadritos de corteza durante dos minutos. Pasado este tiempo, los sacamos del agua y reservamos agua y cortezas.



El almíbar

Ponemos en una cacerola 100 ml de agua y 100 g de azúcar y lo llevamos a fuego mínimo, revolviendo para que el azúcar se disuelva. No se deja hervir hasta que todo el azúcar se haya disuelto.
Subimos el fuego y dejamos que hierva durante unos 3 minutos.
Introducimos las cortezas y dejamos que cuezan en el almíbar durante 5 minutos.


Me quedan de color dorado porque he utilizado panela (azúcar de caña) pero podemos hacerlo con cualquier tipo de azúcar.

Por último, las sacamos para un escurridor y dejamos que se enfríen. Listas para guardar en un recipiente en el frigorífico e ir consumiéndolas, o congelarlas.

La infusión

El agua resultante del escaldado de las cortezas es una maravillosa infusión cargada de propiedades que podremos tomar sola o endulzada con un poquito de miel o del almíbar que nos sobre. 


Comentarios

ana ro ha dicho que…
Hola Lidia
Y en que utilizas luego las cortezas de limón almibaradas?
Un abrazo ^___^
Lidia ha dicho que…
Hola Ana: las utilizo igual que las cortezas de naranja: para añadirlas a panes, bizcochos, galletas o ensaladas. De momento ese es el uso que les doy. Un beso