SOFRITO DE TOMATE, CEBOLLA Y PIMIENTO

Sofrito de tomate, cebolla y pimiento

El sofrito es una salsa fundamental en la cocina tradicional española. La mayoría de los guisos lo llevan.

Consiste en una salsa a base de cebolla, ajo, tomate y (no siempre pero casi) pimientos ya sean rojos o verdes.
Aparte de estos ingredientes básicos, se le añaden otros según el plato de que se trate, tales como pimentón, perejil, coñac, especias, puerro… y hasta melocotones.

Es buena idea tener siempre disponibles unos tarros de sofrito “básico” al que en el momento de utilizarlo le podremos añadir los ingredientes más específicos de la receta que tengamos entre manos.
Así nunca dejaremos de cocinar un plato que lleve sofrito porque tengamos poco tiempo para hacerlo.

Si lo conservamos en recipientes o tarros en el congelador, dejaremos siempre un centímetro del recipiente libre pues al congelarse aumenta su volumen.

Si no disponemos de sitio en el congelador, podemos guardarlo en tarros con cierre hermético sometidos a baño maría. Si optamos por esta forma, al rellenar los tarros dejaremos también libre un espacio de dos centímetros, uno de los cuales rellenaremos con aceite de oliva crudo.

SOFRITO DE TOMATE, CEBOLLA Y PIMIENTO

INGREDIENTES

Para 1 kilo y medio de tomates – 1 cebolla grande (300 g) - 1 pimiento rojo (200 g) – 1 diente de ajo – 4 cucharadas de aceite – 1 cucharada de azúcar – sal al gusto

ELABORACIÓN

Picamos finos la cebolla, el ajo y el pimiento.

Ponemos en una sartén o rustidera el aceite y sofreímos en ella las hortalizas comenzando con la cebolla, añadiendo después el ajo y a los pocos minutos el pimiento. Diez minutos más tarde incorporamos los tomates pelados y troceados.

preparación del sofrito
Si los tomates estuvieran muy maduros y tuvieran exceso de líquido, los exprimimos un poco antes de incorporarlos. Así no será necesario cocer la salsa demasiado tiempo para que evapore el líquido sobrante.

Hay quien gusta de sofreirlo durante mucho tiempo hasta que el tomate se vuelve casi marrón. Cocinado así supongo que además de perder el color y el aroma, las vitaminas y muchas de las propiedades también se quedarán por el camino.

Podemos usarlo tal cual o pasarlo por el pasapuré.

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